El esposo de Soledad Pastorutti, Jeremías Audoglio, ha sido un pilar fundamental en la vida de la reconocida cantante de folklore. Aunque mantiene un perfil bajo y lejos de la exposición mediática, su trabajo y apoyo han sido clave en la carrera de la artista.
Jeremías es arquitecto de profesión, pero decidió involucrarse en la intensa vida artística de su esposa. Acompaña a Soledad en cada gira y presentación, asegurándose de que todos los detalles de sus shows estén en orden. Además, desempeña un papel clave en el cuidado y crianza de sus hijas, lo que permite que la cantante equilibre su carrera con la maternidad.
Más allá de su rol en la organización de los eventos de Soledad, Jeremías también se encarga de la administración de los campos que la familia posee en la zona de Arequito. Aunque no tiene formación específica en el área agropecuaria, ha asumido la responsabilidad de gestionar estos terrenos, demostrando su compromiso con el bienestar de su familia.
La historia de amor entre Soledad y Jeremías comenzó en 1998, cuando se conocieron en su pueblo natal. Tras varios años de noviazgo, se casaron en 2007 y formaron una familia con la llegada de sus hijas Antonia (2010) y Regina (2013). A lo largo de los años, han construido una relación sólida basada en el respeto y el apoyo mutuo.
En una entrevista, Soledad destacó la importancia de su esposo en su vida y en su carrera, asegurando que él es el primero en llegar y el último en irse cuando se trata de la organización de sus espectáculos. Su presencia en cada show y su dedicación a los detalles han sido fundamentales para que la artista pueda concentrarse en su música sin preocupaciones externas.
Jeremías Audoglio ha demostrado que el éxito no solo se mide por la exposición mediática, sino también por el impacto que se tiene en la vida de los seres queridos. Su trabajo detrás de escena y su compromiso con la familia han sido esenciales para que Soledad Pastorutti continúe brillando en el mundo de la música.