Natalia Oreiro se convirtió en el centro de una polémica en redes sociales luego de que se viralizara un video en el que se la ve negándose a sacarse una foto con una fan mientras paseaba por una feria artesanal junto a su pareja, Ricardo Mollo, y su hijo, Merlín Atahualpa. Ante la repercusión del material, la actriz decidió aclarar la situación y explicar los motivos detrás de su reacción.
En el video, Oreiro y Mollo caminan tranquilamente entre los puestos de la feria cuando una persona se acerca y les pide una foto. La actriz, con firmeza pero de manera amable, responde: “No, no, por favor. No podemos”, mientras continúa su recorrido junto a su familia. La negativa generó una ola de críticas en redes sociales, donde algunos usuarios la acusaron de ser antipática, mientras que otros defendieron su derecho a decidir cuándo y cómo interactuar con el público.
Ante la viralización del video y las críticas recibidas, Oreiro decidió grabar un mensaje en primera persona para explicar el contexto de la situación. “No pensaba pasar por acá para aclarar nada porque me parecía que no era necesario, pero como no me gusta la polémica, preferí contar el contexto”, expresó la actriz.
Oreiro explicó que, durante el paseo, se había sacado fotos con varias personas de manera amable, pero que en un momento comenzó a juntarse mucha gente y una persona empezó a filmarla muy de cerca sin pedirle permiso. “Yo estaba con mi hijo al lado, y esa situación para mí fue altamente incómoda”, señaló.
La actriz también destacó que no le gusta que su hijo sea filmado ni que se compartan imágenes de él en redes sociales, ya que es menor de edad y no ha elegido estar expuesto públicamente. “Les pedí por favor que no lo siguieran haciendo, pero esa persona me seguía poniendo el teléfono muy de cerca y había cada vez más gente”, agregó.
Oreiro enfatizó que su negativa no fue un acto de desprecio hacia sus seguidores, sino una decisión basada en su derecho a la privacidad y el bienestar de su hijo. “Decir que no, no está mal. No estar disponible para el deseo del otro no es un problema de uno, sino, en todo caso, del otro”, afirmó.