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EMOTIVO

Se rindió homenaje en el Congreso a Las Voces de Orán y a su fundador, el inolvidable Federico Córdoba

Con la presencia del gobernador; la Cámara de Diputados de la Nación rindió tributo al grupo salteño

Se rindió homenaje en el Congreso a Las Voces de Orán y a su fundador, el inolvidable Federico Córdoba

En un acto cargado de emoción y orgullo salteño, Las Voces de Orán fueron homenajeadas en el Congreso de la Nación por su invaluable aporte a la cultura folklórica argentina. El reconocimiento también estuvo dedicado a quien fuera el alma del grupo, Luis Federico “el Negro” Córdoba, figura entrañable del cancionero popular del norte argentino.

El evento se desarrolló en el emblemático Salón de los Pasos Perdidos de la Cámara de Diputados, con la presencia del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, autoridades nacionales y provinciales, artistas y familiares del homenajeado. La iniciativa fue impulsada por la diputada nacional Pamela Calletti y aprobada por la Comisión de Cultura del cuerpo legislativo.

Durante la ceremonia, el gobernador Sáenz destacó la importancia del folclore como expresión de identidad y sentimiento profundo del pueblo salteño. “Es un verdadero orgullo rendir homenaje en este lugar a un embajador de nuestra cultura como lo fue Federico Córdoba, cuya voz sigue resonando en cada rincón del norte”, expresó visiblemente emocionado. Y agregó: “No vengo como gobernador, sino como salteño y como gaucho, a decir presente por alguien que supo cantar con el alma”.

El homenaje, más allá de los discursos, tuvo momentos profundamente sentidos. Margarita Martínez, compañera de vida de Federico, y sus hijos Sebastián, Ricardo, Julia y Gastón, recibieron una distinción que simboliza no solo una carrera musical, sino una vida dedicada a transmitir las raíces del pueblo oranense. “Su legado y sus coplas seguirán sonando en nuestra memoria y en nuestros corazones”, rezaba la placa que emocionó a todos los presentes.

También fueron reconocidos los actuales integrantes del grupo —Ricardo Córdoba, René “Mocho” Flores y Nicolás Verón— quienes continúan llevando el mensaje y el estilo inconfundible de Las Voces de Orán a los escenarios de todo el país.

El acto incluyó un emotivo video homenaje que recorrió la trayectoria de más de cincuenta años de esta emblemática agrupación, desde sus orígenes humildes en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán hasta su consolidación como una de las voces más representativas del folklore argentino.

Las Voces de Orán nacieron de la amistad y el amor por la música de tres jóvenes oranenses: Federico Córdoba, Roberto Franco y Martín Zalazar. Con el tiempo, su estilo —profundamente arraigado en los paisajes, historias y vivencias del norte— logró captar la atención del público nacional, transformándolos en referentes indiscutibles del cancionero popular. Su padrino artístico, nada menos que El Chango Nieto, vio en ellos un futuro promisorio que el tiempo terminó por confirmar.

La ceremonia contó además con la presencia del Chaqueño Palavecino y Facundo Saravia, dos figuras destacadas del folklore que compartieron escenarios y anécdotas con Las Voces de Orán a lo largo de los años. La participación de Maia Sasovski fue otro de los momentos emotivos de la jornada, al recordar la pasión y el compromiso de Federico Córdoba por mantener viva la llama del folklore desde una mirada auténtica y profundamente humana.

En el cierre, se vivió uno de los instantes más memorables: el gobernador Sáenz se animó a cantar junto al Chaqueño y a Las Voces de Orán el tema “El Bermejo y yo”, una de las canciones más representativas del grupo. El público aplaudió de pie, no solo por la interpretación, sino por lo que simbolizaba: la unión entre el pueblo, sus artistas y sus representantes.

También se hizo presente el delegado de la Casa de Salta, Martín Plaza, el director de la Agencia de la Juventud, Tane da Souza, y legisladores nacionales, entre ellos la diputada Silvana Ginocchio, presidenta de la Comisión de Cultura, quien resaltó la importancia de poner en valor las expresiones culturales que representan a las distintas regiones del país.

El reconocimiento a Las Voces de Orán no es solo un acto simbólico. Es una afirmación de que el arte que nace en los pueblos del interior, en las peñas y en los carnavales del norte, también tiene un lugar en las instituciones que construyen la historia nacional. Porque como bien lo expresó el gobernador Sáenz: “El folklore no se entiende, se siente. Es amor, es arraigo, es identidad”.

Este homenaje, que quedará en la memoria de quienes lo vivieron, es también una oportunidad para recordar que hay artistas que trascienden los escenarios. Federico Córdoba fue uno de ellos: cantor, autor, difusor de la cultura salteña, pero sobre todo, un hombre del pueblo, querido por todos. Su voz, su risa y sus coplas siguen vivas en cada festival, en cada guitarreada y en cada corazón que alguna vez lo escuchó cantar.

Salta, una vez más, hizo oír su canto en el Congreso de la Nación. Y lo hizo con la fuerza, la ternura y la profundidad que solo el norte puede transmitir.


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