El viernes en el Gran Premio de Azerbaiyán dejó otro golpe para Alpine. Pierre Gasly terminó apenas en el puesto 16° durante la segunda tanda de entrenamientos libres, confirmando que el equipo sigue sin encontrar el rumbo. La frustración es evidente y ya se habla de cambios de urgencia en la puesta a punto del auto.
Gasly no se guardó nada. Reconoció que el circuito de Bakú es complicado y que el rendimiento del monoplaza está muy por debajo de lo esperado. Alpine probó distintas configuraciones en busca de respuestas, especialmente en el alerón trasero, pero los resultados siguen sin aparecer. Ni en velocidad punta ni en ritmo de carrera el equipo mostró señales de mejora.
En la primera sesión, tanto el francés como Franco Colapinto se ubicaron en el fondo de la tabla. El argentino logró quedar adelante por una décima, aunque en la segunda práctica volvió a cerrar el clasificador, sin poder meterse en la pelea con los autos de la zona media.
La preocupación principal pasa por el rendimiento general del auto. Alpine viene arrastrando problemas desde el inicio de la temporada 2025, con un motor Renault que no está a la altura y una aerodinámica que no logra adaptarse a los trazados más exigentes del calendario.
Gasly intenta enfocarse en su desempeño personal, pero la falta de competitividad lo condiciona. “Estamos haciendo todo lo posible con lo que tenemos”, fue una de sus frases más repetidas en este arranque de campeonato. El francés siente que el equipo no le está dando herramientas para pelear más arriba.
Colapinto, en tanto, sigue sumando experiencia y kilómetros. Alpine valora su proceso de aprendizaje, aunque los resultados no acompañan. Para el piloto argentino, cada sesión es una oportunidad para adaptarse al ritmo de la Fórmula 1, aunque hacerlo en un auto que no responde lo obliga a exigirse más de la cuenta.
Con la clasificación del sábado por delante, el panorama no es alentador. El equipo necesita encontrar alguna mejora rápida para no quedar condenado al fondo de la grilla. Técnicos e ingenieros trabajan a contrarreloj, pero no hay indicios de una solución inmediata.
Gasly, con más experiencia, se convierte en la voz de alerta dentro del box. Su rol es clave tanto en pista como en el desarrollo del auto, y sus declaraciones comienzan a marcar un punto de inflexión. El piloto francés ya dejó en claro que seguir así no es una opción.
Mientras tanto, en Argentina, los ojos siguen puestos en Colapinto, pero también crece la inquietud sobre el futuro del equipo. Alpine necesita un cambio de rumbo urgente si quiere mantenerse competitivo en una Fórmula 1 que no da segundas oportunidades.