Max Verstappen volvió a dar una clase de temple y velocidad en una clasificación que tuvo de todo en el Gran Premio de Azerbaiyán. El piloto de Red Bull se adueñó de la pole position en una sesión histórica, que se extendió más de dos horas por la aparición de seis banderas rojas, y dejó fuera a varios de los candidatos.
Con un tiempo de 1m41s117 en su último intento, el neerlandés superó por medio segundo al sorprendente Carlos Sainz, que logró colocar al Williams en la primera fila. Detrás de ellos, el neozelandés Liam Lawson, con el Racing Bulls, se metió tercero y completó un podio inesperado en la qualy.
La clasificación fue un desfile de incidentes desde el comienzo. Alex Albon rompió la suspensión de su Williams a los pocos minutos de la Q1, y luego fue Nico Hülkenberg quien generó otra interrupción con su Sauber. Pero el momento más doloroso para los fanáticos argentinos llegó cuando Franco Colapinto, con buenas chances de avanzar, se despistó tras una maniobra de Gasly y una ráfaga de viento que lo desestabilizó justo en la curva 4. El impacto fue inevitable y selló su eliminación (16°), frustrando lo que parecía una jornada prometedora.
La Q2 no fue más tranquila. A los tres minutos, Oliver Bearman golpeó contra el muro con su Haas y otra bandera roja frenó todo. Cuando se retomó la acción, Lewis Hamilton no logró redondear una buena vuelta y quedó afuera, junto a otros pilotos de peso. El británico, que había sido el más rápido del viernes, largará desde el puesto 12.
En la Q3, la tensión siguió creciendo. Charles Leclerc, dueño de las últimas cuatro poles en Bakú, se fue contra las barreras en la curva 15 y Oscar Piastri lo imitó poco después en la curva 3, dejando malherido al McLaren. Sainz aprovechó el caos y se puso al frente, mientras en el box de Williams empezaban a ilusionarse.
Pero Verstappen tenía otros planes. Salió último del pitlane, justo detrás de Tsunoda, buscando el rebufo justo. En una sola vuelta, sin margen de error ni neumáticos ideales, cerró el giro perfecto. Fue el único capaz de mantener la calma y clavar un tiempo inalcanzable cuando todo parecía jugado.
El resultado no solo posiciona al neerlandés al frente para la carrera del domingo, sino que también sacude el campeonato. A pesar del dominio reciente de McLaren, Verstappen sigue marcando el pulso de la categoría cuando más cuenta.
Colapinto venía con buen ritmo y merecía más, pero la mala fortuna volvió a golpear. Aun así, su presencia en la F1 sigue alimentando el entusiasmo local por el automovilismo y hace soñar con lo que viene.
La carrera en Bakú promete ser electrizante, con autos rápidos largando desde atrás y un circuito que no perdona. Desde Salta, la expectativa es alta y la pasión sigue firme, como cada domingo de Fórmula 1.