El gobierno nacional volvió a cerrar junio con números azules: registró un superávit primario de $790.533 millones y un saldo financiero de $551.234 millones. Esto implica que, tras pagar intereses por $239.299 millones, las cuentas quedaron en verde. Un logro clave dentro de la estrategia de equilibrio fiscal que busca sostener la estabilidad económica.
Entre enero y junio, el Sector Público Nacional acumuló un superávit primario de aproximadamente 0,9 % del PIB y un superávit financiero equivalente al 0,4 % del PIB, según reveló el ministro Luis “Toto” Caputo en sus redes. Estos resultados refuerzan el denominado “ancla fiscal”, piedra angular del modelo económico actual.
Recaudación y gasto: un balance
En junio, los recursos del Estado alcanzaron los $11,58 billones, con un crecimiento interanual del 41,6 %.
Este repunte se explica por la suba en:
- Derechos de exportación (+169,7 %)
- Derechos de importación (+140,5 %)
- Aportes a la seguridad social (+57,3 %)
- IVA neto de reintegros (+50 %)
- Impuesto a los Bienes Personales (+263,2 %)
El gasto primario fue de $10,79 billones (+40,3 %), con la mayor porción destinada a prestaciones sociales ($8,01 billones); también se destaca el pico del medio aguinaldo.
Este modelo se inscribe dentro de la política de “déficit cero” impulsada por la administración de Milei, que elogia el Ministerio de Economía como esencial para frenar la inflación y devolver confianza. No obstante, el oficialismo choca con el Congreso: el Senado aprobó un aumento de 7,2 % en las pensiones, que Milei planea vetar por considerar que amenaza el equilibrio fiscal. Además, la vicepresidenta Villarruel criticó al Presidente, denunciando gastos excesivos y falta de diálogo.
Los mercados ya reaccionan con cautela: el Merval cayó un 0,34 % y los bonos entraron en baja ante la incertidumbre por vetos y aumentos de gastos. Por su parte, consultoras como SBS destacan que la disciplina fiscal es clave para mantener la estabilidad macroeconómica.