El Gobierno nacional dio ayer un paso ruidoso en su estrategia para contener al dólar: absorbió $4,7 billones mediante una licitación de bonos en pesos a corto plazo (Lecap y Boncap), una movida fuera del programa oficial de financiamiento. La maniobra busca retirar el excedente de pesos que quedaron “suelto” tras el desarme abrupto de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), con una clara suba de tasas para tentar a los inversores y reforzar el proceso de desinflación en curso.
Tras las LEFI, había en circulación cerca de $10 billones, una montaña de pesos que empezó a presionar sobre el tipo de cambio. Para contener ese reflujo hacia la compra de dólares, Economía –a través del secretario Pablo Quirno– subió las tasas al 3,3 % y aplicó sujeciones del 47 % TNA en algunas letras, logrando captar casi todo el monto estimado por el mercado, que rondaba los $5 billones. Según el BCRA, esta tasa corta queda por encima del piso del 40,9 % al 47,8 % nominal anual, niveles más altos que en otras licitaciones recientes.
Estrategia integral y señales al mercado
Con esta jugada, el Tesoro evitó una presión adicional sobre el dólar, que venía escalando hasta cerca de $1.300 en el mercado mayorista, y que incluso alcanzó picos de $1.350 en el paralelo. Apalancado a esa emisión, el Banco Central reforzó la intervención vía pases pasivos (repo) al 36 % y salió a operar fuerte en dólar futuro por unos US$ 2.700 millones, acción combinada que logró contener el mayorista en torno a los $1.275.
El paquete de títulos adjudicados incluye:
- Lecap a 15 días (7/31/25): $1,553 billones a 3,31 % mensual (47,8 % TNA)
- Lecap a 15/8: $816 mil millones a 3,27 %
- Lecap a 29/8: $865 mil millones a 3,10 %
- Lecap 12/9: similar volumen, 3,05 %
- Lecap 30/9: $776 mil millones a 2,90 %
- Boncap 17/10: $414 mil millones a 2,97 %
Analistas coinciden en que las tasas fijadas por Economía superaron las del mercado secundario, una muestra de que el objetivo fue retirar los pesos sin que los bancos los destinen a repos o depósitos que hubieran reforzado la inflación o el dólar .
Impacto y riesgo: ¿qué se juega Brasil con esta estrategia?
- Control de liquidez y dólar: la operación permitió enfriar la escalada cambiaria y reducir la presión inflacionaria, mientras se afianza una política de “pesos controlados”.
- Tasa como ancla: con rendimientos nominales entre 40 %–48 %, se reconstruye un piso para las tasas de interés, ofreciendo estímulo a la inversión en pesos.
- Desgaste del libre mercado: la intervención choca con la retórica oficial de flotación cambiaria y apertura total, abriendo el debate sobre la autenticidad de la estrategia.
- Mercado expectante: inversores y consultores observan ahora si Massa y Milei sostienen este engranaje con próximas licitaciones o si ceden ante presiones políticas.
- Conexión con el FMI: el accionar se relaciona con las metas del Fondo, que exige manejo de la base monetaria y estabilidad cambiaria para avanzar con los apoyos financieros.