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NUEVA DESACELERACIÓN

Los precios mayoristas subieron 1,1% en octubre y mantienen la tendencia de baja en la inflación

El indicador marcó un avance moderado y acumuló 21,3% en los primeros diez meses del año.

Los precios mayoristas subieron 1,1% en octubre y mantienen la tendencia de baja en la inflación

La evolución de los precios mayoristas volvió a ubicarse en terreno de moderación durante octubre, cuando el índice elaborado por el INDEC registró un aumento del 1,1% a nivel nacional. Se trata de un movimiento que confirma la tendencia de desaceleración vista en los últimos meses y que contrasta con la suba más marcada que se observó en los precios al consumidor.

De acuerdo con las cifras oficiales, la variación acumulada desde enero llega al 21,3%, mientras que en los últimos doce meses el alza alcanza el 24,1%. Pese a que estos números continúan reflejando tensiones en la estructura de costos, representan valores más contenidos en comparación con los picos inflacionarios de los últimos años.

El comportamiento del indicador se explicó, principalmente, por la suba del 1,3% en los productos nacionales y por la baja del 1,4% en los bienes importados. Esta combinación permitió que el índice general se mantuviera en niveles moderados, a pesar de las presiones que persisten sobre sectores ligados a alimentos, energía y producción primaria.

Dentro de los productos de origen nacional, los rubros con mayor incidencia fueron los agropecuarios, seguidos por alimentos y bebidas, refinados del petróleo y tabaco. Por el contrario, petróleo crudo y gas mostraron una incidencia negativa que ayudó a contener el avance del IPIM durante octubre.

Además del Índice de Precios al por Mayor (IPIM), el INDEC difundió los otros dos componentes que permiten analizar cómo se compone la estructura de costos. El Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB), que excluye impuestos, aumentó 1,3%, mientras que el Índice de Precios Básicos del Productor (IPP), centrado únicamente en bienes locales sin carga impositiva, subió 1,7%. Estas variaciones muestran cómo se mueven los precios desde el origen productivo hasta su llegada al mercado.

En paralelo, la inflación minorista avanzó 2,3% en octubre y acumuló 24,8% en lo que va del año, con una variación interanual del 31,3%. La dinámica del IPC mostró una aceleración frente a septiembre y volvió a ubicar al consumo cotidiano en el centro de la escena económica.

Según el desglose oficial, Transporte fue la división con mayor aumento, con un 3,5%, seguido por Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que registró un 2,8%. En el extremo opuesto, Equipamiento y mantenimiento del hogar y Recreación y cultura fueron las categorías con menores variaciones, ambas alcanzando el 1,6%.

La brecha entre la inflación mayorista y la minorista sigue siendo un tema clave para interpretar el funcionamiento de la economía. Mientras los precios al por mayor avanzan a un ritmo más moderado, la inflación que enfrentan los consumidores continúa mostrando volatilidad. Esto revela que los costos no se trasladan de manera uniforme en la cadena productiva y comercial, y que factores como logística, márgenes y dinámicas sectoriales siguen influyendo en la formación de precios finales.

La diferencia entre la moderación en los valores mayoristas y la aceleración del IPC también reaviva el debate sobre la capacidad de los indicadores adelantados —como el IPIM— para anticipar movimientos futuros de la inflación minorista. Aunque la desaceleración en los precios al por mayor puede interpretarse como una posible señal de alivio, la dinámica del consumo masivo continúa marcada por ajustes periódicos y una sensibilidad alta ante cambios macroeconómicos.

A nivel general, el panorama para los próximos meses dependerá de la evolución de los costos internos, el comportamiento de los importados y el impacto de los ajustes regulados, particularmente en transporte y servicios esenciales. En este contexto, cualquier variación en los bienes de origen energético o alimentario puede volver a alterar la estabilidad conseguida en el índice mayorista.

Por ahora, la suba del 1,1% en octubre aporta un elemento de calma dentro del conjunto de indicadores económicos. Sin embargo, la aceleración del IPC muestra que la presión sobre los bolsillos continúa vigente y que la economía retiene un grado de inestabilidad que seguirá requiriendo atención. La relación entre los distintos tramos de la cadena de precios será uno de los puntos a observar de cara al cierre del año y al inicio del próximo ciclo económico.


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