El exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, fue condenado a 4 años de prisión efectiva por administración fraudulenta agravada en perjuicio del Estado, en una causa que investigó el pago indebido de comisiones durante la importación de Gas Natural Licuado (GNL). La maniobra, que se desarrolló entre 2008 y 2015, habría provocado una pérdida cercana a los 7.000 millones de dólares para las arcas públicas.
El fallo fue dictado este martes por el Tribunal Oral Federal N° 7, que también condenó al exfuncionario Roberto Baratta a 3 años y 6 meses de prisión, y al empresario Nicolás Dromi San Martino a 3 años en suspenso. Además, los tres deberán reintegrar 5,5 millones de dólares en concepto de reparación y tanto De Vido como Baratta quedaron inhabilitados de por vida para ejercer cargos públicos.
Las condenas aún no están firmes, por lo que los acusados no irán a prisión de inmediato. Los fundamentos del fallo se conocerán el 28 de noviembre, y a partir de ahí las defensas podrán apelar ante la Cámara de Casación.
La causa se centró en una serie de contrataciones internacionales para la compra de GNL sin los controles técnicos ni económicos necesarios. Según la investigación, los funcionarios favorecieron contrataciones con sobreprecios y comisiones ocultas, en perjuicio del Estado.
Durante la audiencia final, realizada por videoconferencia, los acusados estuvieron presentes de forma remota. De Vido no realizó ninguna defensa de fondo, y solo agradeció a los jueces por el trato recibido. El tribunal estuvo integrado por los magistrados Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero.
La compra de GNL fue una de las políticas centrales durante los gobiernos kirchneristas, especialmente en años en los que la producción local de gas no alcanzaba a cubrir la demanda interna. En Salta y el norte argentino, el impacto fue indirecto pero significativo, ya que la energía importada tenía incidencia en el abastecimiento local y en los costos del sector productivo.
Esta nueva condena se suma a otras que ya pesan sobre De Vido, quien cumple arresto domiciliario por causas anteriores. El fallo refuerza el mensaje de que la mala administración de recursos públicos puede terminar en la Justicia, incluso muchos años después de que los hechos hayan ocurrido.
En un contexto donde la energía vuelve a ser un tema central en la agenda nacional, el caso reabre el debate sobre cómo se manejaron los recursos en una etapa crítica para el sistema energético argentino.