La comunidad educativa de Mendoza vivió horas de tensión luego de que un alumno de 15 años llevara una réplica de arma a su escuela secundaria en Guaymallén. Aunque no tenía municiones, la situación generó temor entre estudiantes y docentes, y volvió a encender las alertas en todo el país.
El hecho ocurrió en la Escuela Técnica 4-121 Técnicos Mendocinos. Según trascendió, el adolescente le mostró el arma a una compañera mientras viajaban en colectivo rumbo al colegio. La joven avisó de inmediato a su tía, quien alertó al 911. Para cuando llegaron al establecimiento, ya había presencia policial en la zona.
El protocolo se activó rápidamente. El menor fue recibido en la puerta por directivos y personal de apoyo escolar, y entregó el arma sin ofrecer resistencia. Más tarde, se confirmó que se trataba de una réplica de pistola 9 milímetros, sin municiones. Las clases continuaron, aunque algunos padres optaron por retirar a sus hijos.
El alumno no tenía antecedentes de conducta violenta ni situaciones previas que hicieran prever un comportamiento de este tipo. Sin embargo, compañeros contaron que había amenazado con usar el arma al llegar al colegio, lo que profundizó la preocupación por el trasfondo emocional del hecho.
Este caso ocurre apenas días después de otro episodio grave en la localidad mendocina de La Paz, donde una adolescente de 14 años se atrincheró con un arma real durante seis horas dentro de su escuela. Ambos hechos, aunque con diferencias, evidencian una creciente problemática vinculada a la salud mental adolescente y el acceso a armas, incluso réplicas.
En Salta, la noticia fue recibida con preocupación por parte de docentes y familias. Si bien no se han reportado hechos similares recientemente en la provincia, muchos colegios comenzaron a revisar sus protocolos y a reforzar la prevención en las aulas. La inquietud también se traslada a la venta y circulación de réplicas de armas, que pueden adquirirse con facilidad en ferias o tiendas online, y que a simple vista son difíciles de distinguir de una verdadera.
Desde el Ministerio de Educación salteño informaron que se trabajará en el fortalecimiento de los equipos de orientación escolar y en acciones coordinadas con organismos de salud y protección de la niñez. La idea es anticiparse a posibles situaciones de riesgo y brindar más herramientas a las instituciones para actuar a tiempo.
Mientras tanto, en distintos puntos de la provincia se reabrió el debate sobre la seguridad en las escuelas, el rol de las familias y el acompañamiento emocional a los adolescentes. “No alcanza con reaccionar después, hay que prevenir desde antes”, repiten muchos docentes que sienten que los recursos actuales no siempre alcanzan.
Lo ocurrido en Mendoza podría haber pasado en cualquier otra provincia. Por eso, la prioridad ahora es redoblar la escucha, reforzar la contención y sostener espacios seguros para que chicos y chicas puedan atravesar esta etapa sin miedo y con apoyo real.