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Espejitos de Colores

Cristobal Outes y los adoquines de colores

Amigo de la casa, Don Miguel deambula por los diversos tugurios políticos de la City salteña en la dura tarea de entender los movimientos políticos locales.

Una semana caldeada por nuevas protestas de los pueblos originarios del norte de Salta ¿Las soluciones? promesas y más promesas.
Una semana caldeada por nuevas protestas de los pueblos originarios del norte de Salta ¿Las soluciones? promesas y más promesas.

Por Miguel Manzo Sal (*)

En el transcurso de la semana conmemoramos el día de la diversidad cultural, rememorando el histórico 12 de octubre de 1492 cuando Cristóforo Colombo -según narra la historia- desembarcó en Guanahani comenzando entonces un proceso de colonización continental.

530 años después, un enviado, ya no de los Reyes de España, sino de un coordinador del gobierno de Salta, llegó a las lejanas tierras del norte provincial donde en “pueblos fantasmas” habitan aún grupos de originarios wichis, tal vez decendientes de aquellos "indios" que fueron encantados por el navegante genovés. El enviado no llegó con espejitos de colores, pero si con adoquines y artefactos de luces led para "encantar" a los incautos originarios considerados "indios de m…" por el mandante, molesto este, porque se atrevieron a cortar la ruta pidiendo agua. Si, pidiendo agua en el siglo 21.

Así como Colón llegó en varias oportunidades a América, también los funcionarios del gobierno, incluso el propio gobernador que hasta se mimetizó con ellos, sentándose en el suelo con piernas cruzadas cual indio para escuchar sus reclamos, porque él encabeza un gobierno presente. Lo cierto es que 2 años después de aquel "histórico" momento, ninguno de los 20 puntos del acta firmada por puño y letra del mandatario se cumplió.

Al grito de "nos mintió, nos mintió", los caciques decidieron salir de sus comunidades y apostarse en la ruta. Vivos los indios, fueron a cortar la rotonda que une las rutas nacionales 34, 50 y la provincial 5, y entonces sí tuvo repercusión el reclamo. 2 días de corte y la noticia llegó a Buenos Aires. Entonces sí los del gobierno tuvieron que salir a escuchar una vez más el reclamo.

¿Y que les vamos a decir? Dicen que se preguntaron en Grand Bourg ¡Tengo una idea! Respondió el coordinador: les vendamos espejitos de colores. Entonces salió Antonio, raudamente para el norte y olvidándose que él también es casi originario -nacido en la tórrida selva oranense- fue a entrevistarse con 4 caciques, tal vez los más vulnerables, y les vendió un buzón que adentro trae adoquines y luces led pero de agua, salud, seguridad y educación, ni hablemos.

Una vez más el gobierno engaña a las comunidades originarias y también a las criollas asentadas en los departamentos San Martín y Rivadavia, incumpliendo ya no solo promesas, sino incurriendo en la grave falta de no proveer a sus habitantes servicios esenciales para la vida. Comunidades originarias y criollas que no tienen cubiertas las necesidades básicas lo que los hace altamente vulnerables y de fácil manejo.

Difícilmente la gente común llegue a esos parajes lejanos, olvidados y fantasmas como dijo el propio gobernador. Difícilmente también lleguen los medios independientes para mostrar una realidad que lastima. Por eso el gobierno aprovecha la circunstancia y mira para otro lado.

El tiempo, solo el tiempo, se encargará una vez más de pasar factura cuando en la temporada estival próxima tristemente empiecen a llegar, una vez más, las noticias de niños muertos por desnutrición o deshidratados.

Cada vez queda menos gente en esos parajes, cada vez votan menos. Por eso no son de interés para la política. Es mejor que se vayan, así se pueden extender las fronteras del desmonte. Eso sí, con caminos adoquinados y artefactos de luces led.

(*) Lic. En Cs. de la Comunicación, Analista Político, Dandy.


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