Una tarde que parecía transcurrir con normalidad en la zona norte de la ciudad de Salta se vio alterada por un fuerte accidente vial en las inmediaciones de la estación de servicio ubicada en Tres Cerritos. Un automovilista perdió el control de su vehículo y terminó colisionando contra un objeto fijo, provocando daños materiales y encendiendo nuevamente el debate sobre el consumo de alcohol al volante en la provincia.
El hecho ocurrió cerca de las 17, en una de las zonas de mayor circulación vehicular y peatonal de la capital salteña. El conductor, un hombre mayor de edad, manejaba su auto cuando, por causas que se vinculan directamente con el consumo excesivo de alcohol, perdió el dominio del rodado y se estrelló contra una estructura a un costado de la calle.
Efectivos de la Policía Vial llegaron al lugar pocos minutos después del impacto. Luego de asegurar la zona para evitar nuevos incidentes, procedieron a realizarle el test de alcoholemia al conductor. El resultado fue alarmante: 1,89 gramos de alcohol por litro de sangre, una cifra que casi cuadruplica el límite legal permitido en Salta, que es de 0,5 gramos para conductores particulares.
A pesar de la violencia del choque, no hubo que lamentar víctimas ni heridos. El vehículo, sin embargo, quedó visiblemente dañado, sobre todo en la parte frontal, lo que da cuenta de la intensidad del impacto. Según testigos que circulaban por la zona al momento del accidente, el auto venía zigzagueando antes de perder totalmente la línea y terminar en el objeto fijo. El estruendo se escuchó en varios metros a la redonda y atrajo la atención de comerciantes y transeúntes.
Las imágenes posteriores mostraron una escena común pero no por eso menos preocupante: patrulleros con balizas encendidas, conos naranjas delimitando el área, y el vehículo accidentado todavía caliente. El conductor, en evidente estado de ebriedad, fue asistido por los efectivos y trasladado para realizarle los controles correspondientes, además de ser notificado de las sanciones que le corresponden por infringir la Ley de Tránsito.
Este tipo de hechos no es aislado en Salta. Durante los últimos años, los controles de alcoholemia se han intensificado en distintos puntos de la ciudad, sobre todo los fines de semana y feriados, en un intento por reducir los siniestros viales provocados por la imprudencia y el consumo de alcohol. Sin embargo, la presencia de conductores en estado de ebriedad sigue siendo una constante preocupante.
En zonas como Tres Cerritos, donde conviven familias, locales comerciales, estaciones de servicio y escuelas, este tipo de accidentes genera una alarma particular. No sólo por el riesgo para quien conduce, sino también por el peligro que representa para terceros. Un descuido de este tipo podría haber terminado en una tragedia, si en ese momento cruzaba un peatón o circulaban otros vehículos a corta distancia.
El hecho reaviva la discusión sobre las sanciones a quienes conducen bajo efectos del alcohol. En muchos sectores de la sociedad salteña crecen las voces que piden sanciones más severas y la implementación de la "tolerancia cero" para el alcohol al volante, como ya ocurre en otras provincias del país. La estadística es clara: el alcohol está presente en un alto porcentaje de los siniestros viales graves.
Por otra parte, la cercanía del accidente con una estación de servicio también suma preocupación, ya que cualquier impacto en ese entorno puede desencadenar situaciones de mayor peligro por la presencia de combustibles. En esta oportunidad, la distancia fue suficiente para que no se produjeran consecuencias más graves, pero el susto dejó su marca en los empleados del lugar y en quienes presenciaron el choque.
La Policía de Tránsito labró las actas correspondientes y el caso quedó en manos del Juzgado de Faltas, que determinará las sanciones administrativas y posibles cargos penales. El conductor podría enfrentar una fuerte multa, inhabilitación temporal o definitiva de su licencia y la obligación de realizar cursos de reeducación vial, entre otras medidas.
Mientras tanto, el vehículo fue removido del lugar por una grúa oficial y trasladado al depósito judicial. La calle fue habilitada nuevamente al tránsito luego de casi una hora, cuando se constató que no quedaban riesgos en la vía pública.
Este tipo de episodios reafirman la necesidad de una conciencia más firme y sostenida sobre los peligros del alcohol al volante. La provincia de Salta ha registrado en lo que va del año numerosos accidentes relacionados con la ingesta de bebidas alcohólicas, muchos de ellos con consecuencias fatales. Aunque en esta ocasión no hubo heridos, el desenlace podría haber sido otro.
Las autoridades insisten en la importancia de la prevención y la responsabilidad al conducir. Evitar combinar alcohol con manejo no solo es una regla legal: es una cuestión de sentido común y de cuidado mutuo. Lo que para algunos puede parecer una simple infracción, en la práctica se transforma en una amenaza real para toda la comunidad.