El reconocido taller de personas con discapacidad “Integrando Esfuerzos”, ubicado en los galpones del ferrocarril de Metán, volvió a ser blanco de la delincuencia por tercera vez en menos de tres semanas. El espacio, destinado a la enseñanza de oficios y la integración social de chicos y jóvenes con diferentes capacidades, fue vulnerado por los ladrones que ingresaron por el techo del baño, según denunciaron sus responsables.
El hallazgo se produjo ayer por la tarde, cuando los chicos, sus familiares y el profesor a cargo del taller, José Luis Osores, llegaron al lugar para compartir la merienda habitual. La sorpresa fue mayúscula al descubrir los daños y constatar la falta de elementos de uso cotidiano, que, aunque no poseen un alto valor económico, son esenciales para el funcionamiento diario del espacio.
“Se llevaron cosas que para nosotros son fundamentales. Hace veinte días nos robaron un anafe eléctrico con el que preparamos el mate cocido; la semana pasada desapareció un prolongador y un par de trinchetas, y estos últimos días una jarra eléctrica que nos habían regalado y un prolongador nuevo que habíamos comprado”, explicó Osores, visiblemente afectado por la situación.
Según detalló, los delincuentes aprovechan la altura de las paredes del fondo del galpón —de más de cuatro metros— y la estructura metálica cercana al techo para ingresar al taller. “Ahora confirmamos que en las tres oportunidades los robos se hicieron de esta manera. Anteriormente también sufrimos alrededor de diez robos en los últimos años, en los que se llevaron de todo e incluso hicieron boquetes. Es muy triste que ataquen un espacio que funciona con tanto esfuerzo y recursos limitados, pensado para personas con discapacidad”, agregó.
El taller cuenta actualmente con la asistencia de 17 niños, jóvenes y adultos, que presentan distintas patologías, entre ellas síndrome de Down, hipoacusia, dificultades motrices y retrasos leves en el desarrollo. Allí, los participantes no solo aprenden habilidades manuales, sino que también encuentran un espacio de socialización y contención.
En “Integrando Esfuerzos”, los chicos trabajan principalmente con cuero y madera. En cuero confeccionan monturas, portatermos, banquetas, banquillos y cintos, mientras que en madera producen estructuras de monturas criollas, soportes para banquetas, espejos, hebillas para cintos y cajas de diversos tipos. Cada pieza refleja el esfuerzo y la dedicación de los alumnos, quienes, a pesar de los robos, continúan asistiendo y participando con entusiasmo.
Ayer, tras el incidente, los chicos compartieron la merienda con normalidad y retomaron sus tareas, como la confección artesanal de cintos de cuero. La actitud resiliente de los participantes demuestra el compromiso y la importancia de mantener vivo un taller que va más allá de la enseñanza de oficios: es un espacio de inclusión y desarrollo personal.
El hecho genera preocupación en la comunidad de Metán, que ve con alarma la frecuencia de estos delitos en un sector céntrico y concurrido de la ciudad. El taller no solo es un lugar de aprendizaje, sino también un punto de encuentro social que contribuye a la integración de personas con discapacidad en la vida cotidiana y laboral.
La reiteración de los robos plantea la necesidad de fortalecer medidas de seguridad y de visibilizar la labor de instituciones como “Integrando Esfuerzos”, que funcionan con escasos recursos y dependen en gran parte de donaciones y del esfuerzo voluntario de quienes lo conducen. La comunidad local espera que las autoridades refuercen la protección de estos espacios, que son esenciales para fomentar la inclusión y la igualdad de oportunidades en Salta.
La situación también abre un debate sobre la prevención del delito en la zona céntrica de Metán, donde los galpones del ferrocarril se encuentran en desuso y presentan cierta vulnerabilidad ante intrusiones. La combinación de paredes altas, techos accesibles y falta de vigilancia ha facilitado que los delincuentes actúen de manera repetida, afectando a quienes más necesitan contención y seguridad.
A pesar de todo, el taller sigue funcionando con normalidad. Los chicos y jóvenes no dejaron que los robos apagaran su entusiasmo y continúan aprendiendo y creando con las manos, demostrando que, con apoyo y dedicación, es posible sobreponerse a las dificultades. “Esto no nos va a detener. Nuestro compromiso con los chicos y con la inclusión es más fuerte que cualquier robo”, aseguró Osores, quien lidera con pasión y paciencia el proyecto.
En un contexto donde la seguridad de los espacios comunitarios y educativos está en discusión, casos como el de “Integrando Esfuerzos” reflejan la urgencia de acciones concretas para proteger a quienes más lo necesitan. La comunidad de Metán se mantiene alerta y solidaria, acompañando el esfuerzo de este taller, símbolo de resiliencia, aprendizaje y esperanza en la provincia de Salta.