El Milagro, la manifestación religiosa más profunda de los salteños, comenzó a trazar un puente simbólico y cultural entre la capital provincial y la Ciudad de Buenos Aires. En Villa Crespo, el equipo del Ente de Turismo de la Municipalidad de Salta presentó el proyecto “Camino del Milagro” en la parroquia Nuestra Señora de la Consolación, un templo que desde hace más de ocho décadas guarda réplicas del Señor y la Virgen del Milagro.
El encuentro, realizado esta semana, tuvo como objetivo compartir detalles de la iniciativa que busca poner en valor la devoción a los patronos de Salta y fortalecer la identidad cultural que los peregrinos y fieles transmiten cada septiembre en la procesión central. La iglesia porteña, que también organiza su propia celebración cada 15 de septiembre, fue el espacio elegido para afianzar esta unión espiritual entre ambas ciudades.
Un proyecto que une fe y territorio
El Camino del Milagro es una propuesta turística y cultural que contempla la señalización y el embellecimiento de accesos a la capital salteña, la renovación de espacios emblemáticos como la rotonda de Limache, la instalación de carteles sobre calzada en puntos estratégicos y la incorporación de esculturas en homenaje a los peregrinos en parques lineales.
El plan se desarrolla en articulación con la Pastoral de Turismo de la Arquidiócesis de Salta, la Universidad Católica de Salta, la Catedral Basílica y municipios del Valle de Lerma. El objetivo es darle mayor visibilidad al sentido espiritual de la festividad y, al mismo tiempo, reforzar el impacto cultural y turístico que genera cada año.
Una devoción que viajó a Buenos Aires
La parroquia Nuestra Señora de la Consolación alberga desde 1941 réplicas del Señor y la Virgen del Milagro. La devoción llegó a Villa Crespo de la mano del sacerdote Gerardo Buldain, quien en una visita a Salta quedó impactado por la multitudinaria participación en la procesión. Desde entonces, cada 15 de septiembre, la comunidad porteña organiza su propia fiesta en honor a los patronos salteños, replicando la tradición con una procesión y actos litúrgicos que reúnen a fieles de distintas provincias.
Este vínculo histórico fue resaltado durante la presentación del proyecto. La conexión entre Salta y Buenos Aires no solo fortalece la fe de quienes veneran a las imágenes, sino que también abre nuevas posibilidades para difundir el Milagro en otros espacios culturales y religiosos del país.