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LA FÉ MUEVE MONTAÑAS

Emoción en Salta: biciperegrinos recorrieron 2.800 km desde Perú y llegaron a la Catedral del Milagro

Los ciclistas salteños revivieron el histórico camino de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro desde El Callao hasta la plaza 9 de Julio.

Emoción en Salta: biciperegrinos recorrieron 2.800 km desde Perú y llegaron a la Catedral del Milagro

La plaza 9 de Julio fue escenario de una postal inolvidable este viernes, cuando un grupo de biciperegrinos salteños arribó a la Catedral Basílica después de pedalear más de 2.800 kilómetros desde el puerto de El Callao, en Perú. La travesía, cargada de esfuerzo y devoción, siguió el mismo recorrido que hicieron las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro en 1592, transformándose en un homenaje vivo a la historia y a la fe que cada septiembre moviliza a Salta.

Los ciclistas ingresaron por calle España escoltados por bicipolicías y una patrulla motorizada. A medida que avanzaban hacia el casco histórico, los cánticos, aplausos y vítores se multiplicaban en cada esquina. Desde varias cuadras antes de la plaza ya se sentía la emoción colectiva: familias enteras aguardaban con banderas, flores y botellas de agua para recibirlos como verdaderos héroes de la fe.

El momento del arribo estuvo marcado por lágrimas, abrazos y promesas cumplidas. Muchos vecinos se acercaron a estrecharles la mano, agradecerles y brindarles palabras de aliento. En la multitud, Carolina, vecina del centro, resumió el sentir general: la hazaña de los biciperegrinos se transformó en un ejemplo de sacrificio, compromiso y amor hacia los Santos Patronos de Salta.

La experiencia no fue sencilla. Treinta días de ruta incluyeron viento en contra, lluvias, tramos de arena y largas jornadas de soledad en el camino. Sin embargo, cada pedalazo estuvo sostenido por una fuerza que los peregrinos reconocen como sobrenatural: la fe. “Fue emocionante, muy difícil, pero pedimos por la salud de la familia y por todos los argentinos”, contó Daniel Díaz al llegar al corazón de la ciudad. A su lado, Jorge se quebró en lágrimas y aseguró que la fortaleza del grupo “la dio el Señor”.

El relato de Ariel, que se sumó en La Quiaca, refleja el espíritu de la caravana: “Ellos hicieron la odisea, yo solo los acompañé un tramo. Peleamos contra el viento, contra la arena, fue un sacrificio hermoso. Siempre vengo a agradecer por la salud”. Sus palabras, cargadas de emoción, fueron recibidas con una ovación de la multitud.

La llegada de los biciperegrinos se convirtió en uno de los momentos más emotivos de la previa del Milagro 2025. No solo por la magnitud del recorrido, sino también por lo que simboliza: la devoción inquebrantable de un pueblo que año tras año encuentra en el sacrificio y en la unión una manera de renovar su fe.

La plaza colmada, los cantos que retumbaron en las paredes coloniales y las lágrimas de quienes fueron testigos de la escena quedarán grabados en la memoria colectiva. El grupo, que comenzó su travesía en el puerto de El Callao, logró unir dos países bajo una misma bandera espiritual: la de los fieles que, sin importar la distancia, llegan siempre a los pies del Señor y la Virgen del Milagro.

Con esta gesta, los ciclistas salteños no solo revivieron un camino histórico, sino que también reforzaron el mensaje que caracteriza a septiembre en la provincia: la fe mueve montañas… y también pedales.


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