La ciudad de Salta implementará una medida inédita en materia de control animal: los perros considerados peligrosos o con antecedentes de agresión deberán ser identificados con un microchip electrónico. La iniciativa, aprobada esta semana por el Concejo Deliberante, busca garantizar la responsabilidad de los propietarios y evitar que los ataques queden impunes ante la imposibilidad de determinar a quién pertenece el animal.
El proyecto, impulsado por el concejal Martín Gonzalo Corral, se enmarca en un contexto de creciente preocupación por los episodios de mordeduras y ataques en distintos barrios de la capital salteña. En los últimos años, los servicios de salud y las autoridades municipales detectaron un aumento sostenido de este tipo de incidentes, en muchos casos protagonizados por animales sin identificación ni control sanitario.
La nueva ordenanza establece que los perros con denuncias por agresión, o aquellos involucrados en causas judiciales o reclamos sanitarios, deberán ser registrados e identificados con un microchip obligatorio. Este dispositivo, similar en tamaño a un grano de arroz, se aplica de manera subcutánea mediante una inyección y almacena datos del propietario, su domicilio, número de contacto y la información básica del animal.
Según informaron desde el área de Zoonosis del municipio, el procedimiento no requiere cirugía y está avalado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), cumpliendo con normas internacionales de identificación animal. Su costo, que rondará entre los 10.000 y 15.000 pesos, deberá ser asumido por el dueño del perro.
La aplicación de la medida será gradual y comenzará con los casos ya registrados en Ciudad Judicial y el Centro de Adopciones Municipal, donde se concentran los animales retenidos por denuncias o causas en trámite. Una vez que se confirme la existencia de un antecedente, el municipio notificará al propietario para que cumpla con la colocación del chip en un plazo determinado.
Además de facilitar la identificación en caso de nuevos incidentes, el sistema permitirá crear una base de datos actualizada con los antecedentes de cada animal, lo que fortalecerá los mecanismos de control y la prevención de ataques. También servirá para rastrear el historial sanitario, incluyendo vacunas y tratamientos antiparasitarios, lo que contribuye a una mejor gestión de la salud pública.
Un cambio cultural en la tenencia responsable
La ordenanza busca no solo regular, sino también generar un cambio cultural en la forma en que los salteños entienden la convivencia con sus mascotas. En muchos barrios, la costumbre de mantener perros agresivos como método de seguridad sigue siendo una práctica habitual, lo que aumenta el riesgo de mordeduras y conflictos vecinales.
Con esta medida, el Concejo Deliberante pretende desalentar el uso de animales potencialmente peligrosos como “guardianes” sueltos en domicilios o comercios, y promover la tenencia responsable. “Tener un perro implica obligaciones, no solo derechos”, remarcan desde el municipio, que planea acompañar la implementación del sistema con campañas de concientización en escuelas, ferias barriales y centros vecinales.
La normativa complementa la ordenanza N°16.029, que define cuáles son las razas consideradas potencialmente peligrosas, entre ellas pitbull, rottweiler, dogo argentino, staffordshire bull terrier y sus cruzas. No obstante, las autoridades aclararon que el nuevo registro no se basará únicamente en la raza, sino en el comportamiento individual del animal y en los antecedentes comprobados de agresión.
Prevención y responsabilidad compartida
Desde la Secretaría de Protección Ciudadana señalaron que el uso de microchips facilitará el accionar de la Policía y de los servicios de emergencias en caso de ataques. En muchos episodios, los animales responsables no pueden ser rastreados y los damnificados quedan sin posibilidad de reclamar. Con el nuevo sistema, cada perro con antecedentes estará debidamente identificado y vinculado a un responsable legal.
También se prevé que, a mediano plazo, el registro sirva para impulsar políticas de esterilización y vacunación más eficientes, al contar con una base de datos precisa sobre la población canina de riesgo.
La implementación del programa estará a cargo del municipio, que coordinará con veterinarios matriculados la aplicación de los chips y la carga de información al sistema. Los controles estarán a disposición de la Policía Ambiental, el Centro de Adopciones y la Secretaría de Bienestar Animal.
Una medida que busca prevenir antes que sancionar
Si bien la ordenanza incluye sanciones para quienes no cumplan con la colocación del chip, el foco principal estará puesto en la prevención. El municipio apunta a generar conciencia sobre la importancia de asumir la responsabilidad que implica tener un animal con características de riesgo.
En los próximos meses, se lanzarán campañas de información sobre los requisitos y los puntos habilitados para realizar la implantación. Además, se prevé que los inspectores municipales puedan solicitar la acreditación del registro cuando se detecte un perro agresivo en la vía pública o en propiedades privadas.
Hacia una ciudad más segura y responsable
Con la aprobación de esta medida, Salta se suma a un conjunto de municipios del país que avanzan en la regulación de los perros potencialmente peligrosos. El objetivo final es claro: prevenir nuevos ataques, proteger a la comunidad y fomentar una convivencia más segura entre personas y animales.
La identificación mediante microchips representa un paso adelante en materia de control y bienestar animal, pero también plantea un desafío social. Requiere del compromiso de los dueños, de una gestión activa por parte del municipio y, sobre todo, de una toma de conciencia colectiva sobre el respeto y cuidado responsable de las mascotas.
En una ciudad donde los casos de mordeduras y ataques crecen cada año, la nueva ordenanza marca un cambio de rumbo. Con tecnología, educación y responsabilidad, Salta busca construir un modelo de convivencia más segura y solidaria, donde cada perro tenga dueño y cada dueño, una verdadera responsabilidad.