Los aumentos en el precio de la carne de los últimos meses vienen acompañados por un componente que no es tenido en cuenta por la mayoría de los consumidores: la carga tributaria que Nación, provincias y municipios aplican sobre el precio total de los principales productos de consumo masivo.
Al respecto, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) dio a conocer un relevamiento acerca de la presión tributaria sobre tres de los alimentos más consumidos por la población, como la carne, el pan y la leche, llegando a la conclusión que los impuestos representan en promedio la cuarta parte del gasto total en esos productos.
“Cada $10.000, estamos pagando $2.500 de carga impositiva”, señaló Nicolle Pisani Claro, economista jefe de la entidad, a modo de síntesis de una realidad que muestra que los impuestos explican el 24% del precio del pan, el 25% de los que se paga por la carne y el 26% en el caso de la leche.

El peso de los impuestos en el precio de la carne
En ese sentido, indicó que “en el precio que pagamos, hay más impuestos que ganancia”, ya que, frente a los costos impositivos señalados, el rédito empresario es del 7% en la leche y 16% en el pan.
Impuestos en el desayuno
“En el desayuno de tostadas con café con leche tomamos la energía para encarar el día, pero resulta que también nos comemos grandes cantidades de impuestos”, señaló FADA, para detallar que “cada 4 bollitos de pan, nos comemos uno de impuestos y nos tomamos un vaso de leche por cada sachet”.
En el caso de la leche, la Fundación precisó que del precio total el 28% queda para el tambo, el 26% para la industria, el 20% para el comercio y el 26% restante son impuestos.
En cuanto al pan, en la composición del precio intervienen 8% el trigo, 4% el molino y 64% la panadería, quedando para las tres jurisdicciones estatales el 24% restante.

Cómo se compone el precio del pan
Impuestos para almorzar y cenar
“En el almuerzo o cena pasa lo mismo”, advirtió Pisano Claro, al señalar que “si vamos a la carnicería, por cada kilo de carne nos estamos llevando un cuarto de impuestos”, con una ganancia del 15%.
El 75% que acompaña a los impuestos se integra con un 28% para la cría, 24% para el feed lot, 2% para el frigorífico y 21% para la carnicería.
La economista destacó que esta participación de los impuestos en los precios "en algunos casos se está haciendo más visible para el consumidor, por la aplicación de la nueva medida de transparencia que pide detallar el ‘precio con y sin impuestos’ en las góndolas y tickets”.

La composición del precio de la carne
Qué se paga cuando se paga
Otra economista de la entidad, Antonella Semadeni, señaló que en el precio pagado por un producto se distinguen tres categorías: los costos, la ganancia y los impuestos.
Dentro de los impuestos, sobresalen “el IVA a nivel nacional, ingresos brutos en lo provincial y las tasas a industrias y comercios a nivel municipal”, detalló, además de aclarar que ”del total de esos impuestos, más del 70% corresponden a los nacionales".
“En cuanto a los principales costos, por ejemplo, para elaborar el pan tenemos: la electricidad, que pesa aún más por las actualizaciones en las tarifas, materia prima, el transporte, alquileres y el personal. Por ejemplo, el flete representa el 2% del precio al consumidor”, describió Pisani Claro.
Para Semadeni, “que los impuestos superen la ganancia, es una situación que puede tornarse injusta ya que, por ejemplo, en la cadena de la leche todo el proceso productivo está afectado por cuestiones climáticas, sujeto al precio del maíz con el que se alimentan las vacas, a los productos relacionados con la salud de los animales, al del combustible para el transporte… son muchas las variables que se enfrentan”, para cuestionar que "en medio de todo eso, el Estado, a través de los impuestos, está presente en todos los eslabones y no afronta ningún riesgo”.