Un nuevo incidente militar reavivó las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos. Dos aviones de combate venezolanos sobrevolaron un buque de guerra estadounidense en aguas internacionales del Caribe, en lo que Washington describió como una maniobra “altamente provocadora”. El episodio se dio en el marco de una operación naval liderada por EE.UU. contra el narcotráfico y el terrorismo en la región.
El sobrevuelo fue confirmado por el Departamento de Defensa estadounidense, aunque sin brindar detalles precisos sobre el tipo de aeronaves ni el nombre del buque involucrado. Sin embargo, fuentes vinculadas a la defensa norteamericana identificaron a los cazas como F-16 de la Fuerza Aérea venezolana y al buque como el destructor USS Jason Dunham, parte de una flota desplegada recientemente para combatir el tráfico de drogas proveniente de América del Sur.
El hecho se produce apenas dos días después de que una embarcación que habría partido desde Venezuela fue interceptada y hundida por fuerzas norteamericanas. Según Estados Unidos, ese operativo es parte de una ofensiva para frenar al “Cartel de los Soles”, organización criminal presuntamente vinculada al gobierno de Nicolás Maduro.
En respuesta, el gobierno venezolano reforzó el patrullaje de sus costas con drones y naves militares, acusando a EE.UU. de provocar una escalada con fines políticos. Para Washington, en cambio, las maniobras venezolanas buscan entorpecer los operativos antinarcóticos y proteger a estructuras criminales.
La situación eleva el riesgo de nuevos cruces militares en una región ya marcada por la inestabilidad. Aunque hasta ahora no hubo anuncios de represalias, la tensión diplomática crece y cualquier movimiento mal calculado podría tener consecuencias graves.
El Caribe vuelve a ser epicentro de disputas de alto voltaje, y lo que ocurra allí podría impactar directamente en las rutas ilegales que atraviesan Sudamérica.