En el barrio San Nicolás de Vaqueros, un crimen que sacudió a toda Salta regresa a los tribunales con los hermanos Saavedra en el banquillo, mientras la familia de la víctima clama por justicia. La audiencia de hoy marca un giro en una causa marcada por absoluciones controvertidas y una espera interminable.
Hoy, a las 8.30 en el Salón de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial, arranca por fin un nuevo juicio por ese femicidio que dejó a la provincia en vilo durante ocho largos años. Pero no todo es como se esperaba: el principal imputado, Javier Nicolás "Chino" Saavedra, ya no está para rendir cuentas. Se quitó la vida el lunes 15 en la Alcaidía General, a un día de lo que iba a ser su día en tribunales. Ahora, solo quedan sus hermanos, Carlos Damián y Adrián Guillermo Saavedra, sentados en el banquillo, acusados de coautoría en un homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa y el agravante de femicidio, todo por el concurso premeditado de dos o más personas.
Este no es el primer round en la Justicia salteña para este caso que, como un fantasma, ha perseguido a Vaqueros y a los valles calchaquíes enteros. En mayo de 2021, ya hubo un juicio que terminó en absolución para el esposo de Jimena, Federico Nicolás Cajal Gauffin, y otro hombre involucrado, por beneficio de la duda. Aquella decisión cayó como un baldazo de agua fría en una sociedad que ya latía con indignación.
La reprogramación del juicio, que estaba pactada para el martes 16, fue un golpe más en esta odisea judicial. La muerte de Javier Saavedra, confirmada por autopsia como un shock hipovolémico por herida cortante en el brazo izquierdo, dejó un vacío que duele y cuestiona. ¿Fue un acto de cobardía final, un escape de la verdad que iba a salir a la luz? ¿O el chino fue víctima de una conspiración, como especula su familia?.
Pero ahora, sin él, el tribunal integrado por el presidente José Luis Riera, y las vocales Mónica Faber y Maximiliano Troyano, deberá reconstruir el rompecabezas con lo que queda: los testimonios de más de 160 testigos que desfilarán por la sala durante semanas, hasta fines de octubre quizás. La fiscalía, con Mónica Poma, Gabriel González y Leandro Flores al frente, promete no dejar piedra sin mover. "Queremos que se ventile todo, que salga la mugre de una vez", se escucha en los pasillos de la Ciudad Judicial, donde el aroma a empanadas de la cantina se mezcla con la tensión de los abogados.
Lo que nos interesa, en el fondo, es que este proceso judicial se desarrolle con toda la crudeza que merece. Que los testigos hablen sin filtros, que las pericias de ADN salgan a la luz, que la fiscalía pinte el cuadro completo de ese enero sangriento. Pedro Arancibia, el querellante que representa a la familia, lo dejó claro en los pasillos: "Lo que buscamos es que se conozcan los detalles del crimen y se haga justicia por la memoria de Jimena".
Justicia con mayúscula, esa que en Salta a veces parece un lujo, pero que hoy, con la transmisión en vivo por el YouTube del Poder Judicial, llega a todos los rincones. Desde un celular en un colectivo ruta 68 hasta una pantalla en una escuela de Orán, la provincia entera podrá seguirlo. Porque en esta tierra de sol ardiente y sombras largas, la verdad no puede seguir postergada.