MÁS DE ECONOMÍA



REACCIÓN DE LOS MERCADOS

Acciones argentinas suben hasta 10% y el riesgo país baja más de 100 puntos tras el anuncio de EE.UU.

El plan de apoyo financiero detallado por el Tesoro norteamericano impulsó una fuerte recuperación de bonos y acciones.

Acciones argentinas suben hasta 10% y el riesgo país baja más de 100 puntos tras el anuncio de EE.UU.

La comunicación oficial del Tesoro de Estados Unidos tuvo un impacto inmediato en los mercados financieros argentinos. Minutos después de que Scott Bessent, secretario del Tesoro, diera a conocer el paquete de respaldo económico a la Argentina, las acciones en Wall Street comenzaron a escalar con fuerza y el riesgo país se desplomó más de 100 puntos.

Pasado el mediodía, el índice elaborado por JP Morgan se ubicaba en 917 unidades, tras haber tocado un mínimo intradiario de 839. El retroceso representó una de las bajas más marcadas de las últimas semanas, en contraste con la fuerte presión que había llevado al indicador a superar los 1500 puntos recientemente.

El movimiento también se reflejó en los bonos soberanos. Las cotizaciones de los Globales llegaron a marcar subas cercanas al 5% en promedio durante la primera parte de la rueda, y hacia las 13 horas las ganancias se estabilizaban en un rango de entre 2% y 3,5%. Esta reacción fue interpretada como una señal de confianza en que el plan de financiamiento anunciado contribuirá a reforzar la estabilidad del frente financiero argentino.

El entusiasmo se trasladó a las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street mediante ADR. Los papeles de Grupo Galicia encabezaban las subas con un salto superior al 10%, mientras que otras compañías de referencia del sistema financiero y del sector energético acompañaban con incrementos significativos. Para los analistas, el interés de los inversores estuvo impulsado tanto por el efecto directo de las medidas anunciadas como por la expectativa de que se reduzca la volatilidad cambiaria en el corto plazo.

El anuncio de Bessent incluyó la negociación de un swap de monedas por 20.000 millones de dólares con el Banco Central argentino, la posibilidad de compras directas de bonos soberanos por parte del Tesoro estadounidense y el acceso a préstamos de emergencia. Estas herramientas, sumadas a la promesa de impulsar inversiones extranjeras directas, fueron recibidas como una bocanada de aire fresco en un mercado que venía castigado por la desconfianza.

 

La reacción positiva mostró cómo la comunicación de un solo funcionario norteamericano pudo torcer en cuestión de horas el humor de los operadores financieros. Hasta el día previo, los bonos argentinos habían experimentado caídas sostenidas, con ventas masivas de fondos de inversión que buscaban reducir exposición ante la incertidumbre local. La confirmación de un respaldo internacional cambió esa dinámica y provocó una recomposición de precios.

El descenso del riesgo país es particularmente relevante porque funciona como termómetro del costo de financiamiento que enfrenta la Argentina. Con el indicador en baja, se abre la expectativa de que el país pueda acceder a mejores condiciones en los mercados de crédito y, al mismo tiempo, que los tenedores de deuda encuentren mayor seguridad respecto al cumplimiento de los compromisos.

Más allá del alivio inmediato, la incógnita sigue siendo cuánto durará esta reacción positiva. En la City porteña, operadores y analistas coinciden en que los próximos pasos dependerán de la implementación concreta de las medidas y, sobre todo, del resultado electoral de octubre, al que el propio Tesoro estadounidense condicionó parte de su apoyo.

Por lo pronto, los activos argentinos registran una de las mejores jornadas del año y marcan un respiro para el Gobierno en un frente económico que venía tensionado. El desafío será sostener este envión en los próximos meses y transformar las señales de confianza en un flujo más estable de financiamiento e inversiones para la economía real.


¿Te gustó la noticia? Compartíla!