Las acciones y los bonos argentinos volvieron a operar en rojo este lunes en Wall Street, registrando caídas por tercera jornada consecutiva, luego de un repunte que se había registrado entre lunes y miércoles de la semana pasada. El mercado local muestra así cierta volatilidad tras una semana marcada por una liquidación millonaria de dólares del sector agroexportador y por la intervención del Tesoro argentino en el mercado de divisas.
A las 13:50 horas, los bonos soberanos en dólares registraban una baja promedio de 0,3%, mientras que el riesgo país de JP Morgan, que mide la diferencia de tasas de retorno entre los bonos de Estados Unidos y sus pares emergentes, ascendía 23 unidades, ubicándose en 1.083 puntos básicos. Estos números reflejan la percepción de riesgo que los inversores mantienen sobre la economía argentina en medio de ajustes fiscales y medidas cambiarias.
En cuanto a los ADR (American Depositary Receipts) de empresas argentinas que cotizan en Wall Street, YPF perdió 1,3%, Edenor cedió 1,8% y Vista Energy cayó 2%. Por su parte, Grupo Galicia registró una baja más leve, de apenas 0,2%. En el ámbito local, el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires también mostró números negativos, con una caída de 0,5%, ubicándose en 1.780.000 puntos.
El contexto detrás de estas fluctuaciones tiene su origen en una medida temporal implementada por el Gobierno para el sector agropecuario: una quita de impuestos que resultó en un compromiso de venta de 7.000 millones de dólares en apenas tres días. Este movimiento generó un ingreso masivo de divisas, lo que llevó al Tesoro argentino a recomprar parte de esas divisas, una acción percibida por el mercado como una intervención cambiaria orientativa.
A pesar de la caída en los títulos argentinos, las bolsas internacionales mantienen una tendencia alcista, lo que resalta la particularidad de la presión sobre los activos locales. Analistas del mercado destacan que esta volatilidad refleja tanto la sensibilidad del sector financiero argentino frente a la política cambiaria como la incertidumbre generada por los compromisos fiscales y la dinámica del agro, que históricamente influye de manera directa en la economía del país.
El riesgo país, que se aproxima a los 1.100 puntos, constituye un indicador clave para los inversores, ya que determina el nivel de percepción de riesgo que tienen los mercados sobre Argentina y afecta directamente las tasas de interés que el país debe ofrecer para colocar deuda en el exterior. Un aumento en este índice suele ser interpretado como un mayor costo de financiamiento y un desafío adicional para la política económica del Gobierno.
En este escenario, los inversores siguen de cerca las decisiones del Tesoro y las posibles intervenciones en el mercado cambiario, que buscan estabilizar la oferta de dólares y contener la volatilidad de los activos locales. La combinación de factores internos —como la política fiscal y las medidas hacia el agro— y externos —como el comportamiento de las bolsas internacionales— define la evolución de los bonos y ADR argentinos en Wall Street.
Por lo pronto, el mercado local continúa mostrando signos de ajuste y volatilidad, mientras operadores y analistas evalúan cómo impactarán estas medidas en la confianza de los inversores y en la dinámica económica de corto plazo. Los próximos días serán clave para observar si los títulos argentinos logran recuperar terreno o si la tendencia bajista continúa, reflejando la sensibilidad del mercado ante intervenciones y decisiones económicas puntuales.