Los precios mayoristas volvieron a mostrar señales de aceleración en julio y encendieron nuevas alertas en el sector productivo. Según los últimos datos del INDEC, el Índice de Precios al por Mayor (IPIM) subió un 2,8% durante el séptimo mes del año, lo que representa un incremento notable frente al 1,6% que se había registrado en junio. En lo que va del 2025, el aumento acumulado alcanza el 12,3%, mientras que la variación interanual ya trepa al 20,9%.
Este repunte tiene impacto directo en las economías regionales, como la de Salta, donde la estructura productiva está estrechamente ligada a sectores sensibles a las variaciones de costos, como el agro, la industria alimentaria y el transporte. Los aumentos en insumos claves complican tanto a productores como a comerciantes, que deben decidir si trasladan estos incrementos a los precios minoristas o absorben parte de la suba para no perder competitividad.
La suba de julio estuvo impulsada por un alza del 2,8% en los productos nacionales y un fuerte incremento del 5,8% en los bienes importados. Este último punto genera inquietud en empresas salteñas que dependen de maquinaria, tecnología o insumos del exterior, ya que enfrentan mayores dificultades para sostener márgenes de rentabilidad sin trasladar aumentos a los consumidores.
Dentro de los productos nacionales, los rubros que más pesaron en el índice fueron los productos agropecuarios, sustancias y productos químicos, refinados del petróleo, vehículos y autopartes, además de alimentos y bebidas. Todos estos sectores tienen presencia e influencia directa en la matriz económica salteña. El campo, por ejemplo, se enfrenta a costos crecientes en agroquímicos y combustibles, mientras que la industria del transporte, clave para la conexión de la provincia con el resto del país, también acusa el golpe de estos aumentos.
En paralelo, otros dos índices que elabora el INDEC muestran un panorama similar: el Índice de Precios Internos Básicos al por mayor (IPIB), que excluye impuestos, tuvo una suba de 12,4% en julio, y el Índice de Precios Básicos del Productor (IPP), que mide exclusivamente la producción local, subió 3% en el mismo período. Este último refleja de forma más precisa lo que sucede en provincias productoras como Salta, donde buena parte del valor agregado proviene de procesos locales.
La situación se da en un contexto en el que la inflación minorista también mostró una leve aceleración. En julio, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 1,9%, apenas por encima del 1,6% registrado en junio. Así, la inflación acumulada en los primeros siete meses del año se ubicó en 17,3%, y la interanual alcanzó el 36,6%.
Aunque la inflación interanual continúa en una senda de desaceleración, la persistencia de aumentos en precios mayoristas anticipa que los meses que vienen podrían traer nuevas presiones sobre los valores al consumidor. Si los costos de producción y distribución siguen subiendo, es probable que muchos sectores no puedan evitar ajustar sus precios de venta.
Uno de los datos que más llamó la atención en el informe oficial fue el fuerte incremento en Recreación y Cultura, que subió un 4,8% en julio, impulsado principalmente por el turismo invernal. También se destacó la suba del 2,8% en Transporte, relacionada con los aumentos en boletos de colectivos y subtes, y en los costos operativos del transporte privado.
Mientras tanto, en el sector comercial, muchos negocios del centro salteño y del interior provincial reconocen que están viendo una recuperación gradual en las ventas, pero todavía marcada por la cautela. La suba de precios al por mayor, si bien moderada respecto a épocas de mayor volatilidad, vuelve a sembrar dudas sobre la posibilidad de una recuperación sostenida en el corto plazo.
En el mercado local, los comercios de alimentos ya comenzaron a recibir listas con nuevos precios, sobre todo en productos básicos que venían con valores más estables. Esto obliga a ajustar estrategias, ofrecer promociones puntuales o modificar márgenes para no espantar a los clientes.
Por ahora, el gobierno nacional no anticipó medidas específicas ante este repunte mayorista, aunque se espera que se mantenga la vigilancia sobre los formadores de precios y las cadenas de comercialización.