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MERCADO CÁRNICO

Aumento récord en la importación de carne desde Brasil a Argentina en 2025

Por primera vez en casi tres décadas, se importó más de 1.000 toneladas de carne vacuna desde Brasil.

Aumento récord en la importación de carne desde Brasil a Argentina en 2025

En medio de una economía en constante cambio y con un dólar que encarece la producción local, Argentina vuelve a mirar hacia afuera para abastecer su mercado interno. En lo que va del año, llegaron desde Brasil más de 1.033 toneladas de carne vacuna, una cifra récord que no se veía desde 1997, cuando comenzaron los registros oficiales de este intercambio comercial.

Aunque en términos absolutos la cantidad es mínima frente a la producción total del país —Argentina exportó carne por US$ 3.400 millones en 2024, con China como principal destino—, el incremento es significativo si se compara con años anteriores: en el mismo período de 2024 apenas se habían importado 24 toneladas.

Lejos de ser una amenaza directa para el productor local, este aumento responde a factores económicos globales. Según Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores (APEA), la situación debe analizarse con una mirada más amplia. “No es un problema para la producción nacional. Otros países también importan carne pese a ser grandes exportadores, como Uruguay o Estados Unidos”, explicó el dirigente en declaraciones.

Herrera también aclaró que la carne importada no compite con los cortes premium, sino que suele estar destinada a manufactura o procesamiento, lo cual la hace atractiva por su bajo costo.

Uno de los factores clave detrás de este fenómeno es el encarecimiento relativo de la carne argentina en dólares. Así lo señaló Diego Ponti, analista del grupo AZ: “Como Argentina se ha vuelto más cara en dólares, se abrió la puerta para importar carne brasileña a precios más competitivos”.

Esta diferencia de precios hizo que empresas locales optaran por importar para ciertas necesidades, especialmente en la industria alimenticia y cadenas de frío que demandan carne de menor valor agregado.

Aunque los más alarmistas ven este aumento como una amenaza a la industria cárnica nacional, los especialistas consultados coinciden: no se trata de una competencia directa, sino de una estrategia puntual y lógica dentro del comercio global.

En un contexto donde los flujos comerciales son cada vez más dinámicos, importar carne no significa debilidad, sino adaptación a los precios internacionales.

Además, Argentina continúa siendo un jugador fuerte en el mercado mundial de carne. Las exportaciones no se han visto afectadas y siguen en ascenso, con mercados exigentes como el chino manteniéndose firmes.

Si la tendencia de precios relativos continúa, es probable que las importaciones se mantengan en niveles similares. En 2025, el ritmo se acerca a 1.000 toneladas por mes, según estimaciones privadas. Aún así, esto representa apenas una fracción de la producción total nacional, que ronda los 3 millones de toneladas anuales.

El verdadero desafío será para los productores pequeños y medianos, que deben competir con precios ajustados, inflación interna y costos crecientes. Aquí podría ser clave una política pública que garantice equilibrios sin distorsionar el mercado.

Argentina es sinónimo de carne. Pero como en toda industria globalizada, adaptarse es parte del juego. La importación récord desde Brasil no significa el fin de una era, sino la apertura de un nuevo capítulo donde lo nacional y lo importado pueden convivir sin conflictos.

 


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