MÁS DE ECONOMÍA



GESTO POSITIVO

El FMI respalda al Gobierno argentino y gira USD 2.000 millones

El organismo elogió las reformas económicas, pero advirtió que los desafíos siguen siendo altos.

El FMI respalda al Gobierno argentino y gira USD 2.000 millones

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este jueves una nueva revisión del programa económico que sostiene con Argentina, y liberó un desembolso inmediato de USD 2.000 millones. Aunque el Gobierno no alcanzó la meta de reservas acordada para mediados de junio, el organismo valoró el rumbo económico, el superávit fiscal sostenido y las medidas correctivas implementadas.

Este nuevo apoyo llega luego de tres meses y medio desde el inicio del acuerdo Extended Fund Facility (EFF) renegociado en abril, que prevé un financiamiento total de USD 20.000 millones. Hasta ahora, se ha desembolsado un 60% de esa suma. El nuevo giro servirá, en parte, para cubrir un vencimiento inmediato de USD 830 millones con el propio Fondo, por lo que el alivio neto será más acotado.

En su comunicado oficial, el FMI destacó que la política económica actual permitió una “transición fluida hacia un régimen cambiario más flexible”, con inflación en baja y un crecimiento económico moderado. Sin embargo, fue claro al señalar que la meta de acumulación de reservas no fue alcanzada. Aun así, se valoraron otros avances, como el superávit fiscal y el compromiso de implementar medidas correctivas para acercarse a los objetivos previstos.

El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó que se redefinirán las metas vinculadas al acopio de dólares, haciendo más “realistas” los objetivos para el Banco Central, que quedó por debajo del nivel de reservas esperado en esta primera etapa.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, fue diplomática pero firme en sus declaraciones. Reconoció un “inicio sólido” del nuevo programa de estabilización a pesar del contexto internacional adverso. Al mismo tiempo, pidió mantener el camino de consolidación fiscal, con políticas “adecuadamente restrictivas” y una planificación de contingencias frente a los riesgos.

Georgieva celebró el retorno anticipado de Argentina a los mercados internacionales de capital, aunque advirtió que el riesgo país sigue alto. “El superávit fiscal debe seguir siendo el pilar central de la política económica”, afirmó, y pidió que toda nueva medida de gasto o reforma tributaria tenga respaldo presupuestario claro.

Uno de los frentes más sensibles en los últimos meses fue la política monetaria. El FMI recomendó mantener condiciones contractivas para sostener la desinflación y pidió claridad sobre el régimen monetario a mediano plazo. También hizo énfasis en mejorar la gestión de la liquidez y reducir la volatilidad de las tasas de interés.

En el plano cambiario, el Fondo insistió en preservar la flexibilidad del actual régimen de flotación controlada del dólar, pero subrayó que la acumulación de reservas es clave para enfrentar eventuales shocks externos y lograr un acceso más estable al crédito internacional.

La revisión aprobada por el Fondo no fue automática ni exenta de tensiones. Fuentes cercanas al directorio del organismo aseguraron que la meta de reservas fue un punto de fricción clave en las discusiones previas al desembolso.

Durante estos meses, el Banco Central aplicó un esquema mixto de intervención cambiaria: primero con baja participación en el mercado y luego con una estrategia más activa de compras de dólares por parte del Tesoro. Este cambio respondió a la necesidad de acelerar la recomposición de reservas, en un contexto donde también se avanzó con la eliminación de las LEFI (Letras Fiscales de Liquidez), en línea con el nuevo enfoque de política monetaria.

El nuevo desembolso del FMI representa un espaldarazo para el equipo económico argentino, pero no llega sin condiciones. Si bien hubo flexibilización de algunas metas, las exigencias estructurales y fiscales siguen firmes. El mensaje del Fondo es claro: el camino es largo, el margen de error es mínimo y el compromiso político debe ser total.

La pregunta clave es si el Gobierno podrá sostener este delicado equilibrio económico, político y social. Por ahora, el FMI dice “sí”, pero con letra chica.

 


¿Te gustó la noticia? Compartíla!