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El Gobierno prevé un dólar a $1.423 y una inflación del 10% en 2026

El Presupuesto presentado por Milei proyecta equilibrio fiscal, crecimiento del PBI y subas en áreas sociales.

El Gobierno prevé un dólar a $1.423 y una inflación del 10% en 2026

El Gobierno nacional presentó oficialmente el Presupuesto 2026, con números que marcan el rumbo económico que la administración de Javier Milei espera consolidar en los próximos años. En el documento, que fue difundido por cadena nacional y acompañado por un mensaje presidencial, se destacan estimaciones de fuerte desaceleración inflacionaria, un tipo de cambio más estable y crecimiento sostenido del PBI. También se anunciaron subas en partidas sociales estratégicas como salud, educación y jubilaciones.

Uno de los datos que más llamó la atención fue el valor proyectado del dólar oficial: $1.423 para diciembre de 2026, una cifra que implica un incremento moderado respecto a los niveles actuales, en un contexto donde la divisa ha mostrado movimientos bruscos en los mercados paralelos. En tanto, la inflación anual estimada para ese mismo año sería del 10,1 %, muy por debajo del 24,5 % previsto para el cierre de 2025, y en línea con un esquema de "desinflación progresiva" que el Gobierno considera clave para estabilizar la economía.

En ese marco, el Ejecutivo nacional aseguró que la política monetaria se mantendrá firme, sin emisión para financiar al Tesoro y con metas de equilibrio fiscal que, de cumplirse, podrían transformar el panorama económico del país. Para 2026, se proyecta un superávit primario del 1,5 % del PBI, y un resultado financiero positivo de 0,3 %, aún después del pago de intereses de deuda. Esta situación, de sostenerse, marcaría el primer equilibrio de las cuentas públicas en años.

¿Qué impacto puede tener esto en Salta?

Si bien los números presentados tienen un alcance nacional, el efecto en las provincias no será menor. En Salta, donde el impacto de la inflación ha golpeado fuerte en los últimos años, una baja sostenida del índice de precios al consumidor podría significar un alivio para los hogares, especialmente en sectores vulnerables. También tendría implicancias directas en la renegociación de contratos, tarifas y programas sociales, que suelen estar atados a la variación de precios.

En relación al tipo de cambio, una estabilización en torno a los $1.423 implicaría una menor presión sobre los precios de productos importados y sobre el costo de insumos en industrias locales, como la minería o la agroindustria. Además, puede dar un respiro al turismo receptivo, uno de los sectores que más creció en Salta en los últimos años y que podría beneficiarse con un dólar competitivo, siempre y cuando la inflación no se dispare por encima de lo previsto.

Por otro lado, el anuncio de un crecimiento del 5 % del PBI en 2025 y la posibilidad de alcanzar tasas del 7 % u 8 % en 2026 si se profundizan las reformas estructurales, genera expectativas en torno a la inversión privada. En la provincia, proyectos ligados al litio, energías renovables y obras de infraestructura podrían verse favorecidos si efectivamente se consolida un marco macroeconómico más previsible.

Más fondos para salud, educación y jubilaciones

Uno de los aspectos más destacados del mensaje presidencial fue el compromiso de aumentar partidas presupuestarias en áreas sensibles. Para el año 2026, se prevé un incremento real del 17 % en salud, del 8 % en educación y del 5 % en jubilaciones. También se contempla una suba del 5 % en pensiones por discapacidad, lo que podría tener un impacto concreto en Salta, donde la cobertura de programas sociales es clave para amplios sectores de la población.

En particular, el anuncio de una partida adicional de 4,8 billones de pesos para las universidades nacionales podría aliviar la situación crítica que atraviesan varias casas de estudio del país, incluida la Universidad Nacional de Salta (UNSa). Esta inversión permitiría garantizar la continuidad de programas académicos, becas y el funcionamiento de unidades académicas en el interior provincial, muchas veces golpeadas por la falta de recursos.

Dólar oficial vs. dólar real

A pesar de las proyecciones oficiales, el mercado no parece compartir del todo el optimismo del Gobierno. Hoy por hoy, el dólar mayorista se ubica cerca de los $1.460 y el minorista ronda los $1.480. Las estimaciones privadas, como las del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), indican que el tipo de cambio podría alcanzar los $1.604 en agosto de 2026, bastante por encima del valor oficial previsto en el Presupuesto.

Esta diferencia entre el dólar real y el proyectado por el Ejecutivo deja entrever una tensión latente entre las metas fiscales y monetarias y la dinámica propia del mercado cambiario, especialmente en un contexto donde la confianza aún se está reconstruyendo. Para Salta, esto puede traducirse en vaivenes en los precios de referencia para exportadores, importadores y consumidores, particularmente en productos sensibles como combustibles, maquinaria agrícola y bienes tecnológicos.

¿Optimismo o sobreestimación?

Aunque el Gobierno asegura que los números están basados en premisas realistas, hay sectores que consideran que las estimaciones de crecimiento e inflación son demasiado optimistas. La economía argentina todavía arrastra desequilibrios profundos, y la recuperación no será automática. En Salta, los indicadores de empleo, consumo y actividad siguen mostrando señales mixtas, con rubros como el comercio minorista o la construcción aún en niveles bajos respecto a años anteriores.

Aun así, la señal que busca dar el Ejecutivo es clara: consolidar un sendero de previsibilidad macroeconómica que permita al sector privado invertir y a la población recuperar poder adquisitivo. Si eso se traduce en mejoras concretas para las provincias, el impacto podría ser positivo. Pero si los números no se condicen con la realidad, habrá que ajustar el rumbo en el corto plazo.

Un año clave por delante

El Presupuesto 2026 no es simplemente una hoja de ruta financiera: es una declaración de intenciones políticas y económicas. Para Salta, como para el resto del país, lo que ocurra en los próximos meses será determinante para saber si estas proyecciones se cumplen o si quedarán como otro intento fallido de estabilización.

Con una inflación que sigue siendo alta, un dólar en constante movimiento y una economía que recién empieza a mostrar algunos signos de recuperación, el desafío de Milei es tan grande como su promesa de transformar la Argentina. El tiempo dirá si los salteños sentirán ese cambio en sus bolsillos o si volverán a enfrentar otro ciclo de frustraciones.

 


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