La economía argentina mostró señales mixtas en junio: según datos oficiales, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) creció 6,4% frente al mismo mes del año pasado, pero cayó 0,7% respecto a mayo, sumando así su segundo retroceso consecutivo en la medición mensual.
En Salta, el impacto se percibe con matices. Sectores como minería y construcción siguen traccionando fuerte, en especial en la Puna y en localidades con alta obra pública. La actividad comercial, si bien enfrenta desafíos, mantiene buen nivel en los principales centros urbanos, sostenida por el turismo y el consumo interno.
La explotación minera creció un 11% interanual a nivel nacional, mientras que la construcción subió 9,9%. Ambos rubros tienen fuerte presencia en la provincia y son claves para el empleo local. El comercio, con un alza del 11,5%, también mostró buenos números, aunque con diferencias marcadas entre el centro salteño y el interior.
En cambio, sectores como la administración pública, que cayó 0,7%, muestran un freno que impacta especialmente en zonas donde el empleo estatal es mayoritario. También cayeron las actividades comunitarias y la pesca, esta última sin incidencia directa en la región.
En el acumulado de enero a junio, la economía nacional creció un 6,2%, lo que confirma una tendencia positiva en términos interanuales. Sin embargo, la caída mensual genera preocupación y pone en duda la solidez de la recuperación, especialmente en sectores sensibles al ajuste fiscal.
Con un segundo semestre por delante y un contexto económico aún inestable, Salta apuesta a sostener el impulso de sus sectores más dinámicos, mientras enfrenta desafíos para reactivar rubros más golpeados por la desaceleración nacional.