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INFLACIÓN EN BAJA

Milei celebró el 1,9% de inflación en julio y habló de "récord histórico"

El Gobierno Nacional destacó la fuerte desaceleración de los precios y marcó el dato como un hito en la gestión.

Milei celebró el 1,9% de inflación en julio y habló de "récord histórico"

El presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, salieron a festejar con bombos y platillos el dato de inflación de julio, que cerró en un 1,9%. A través de sus redes sociales, el mandatario no solo elogió la gestión económica, sino que también aprovechó para lanzar críticas directas al kirchnerismo. La cifra, que representa la variación mensual más baja desde 2017, fue presentada por el oficialismo como una señal contundente del rumbo económico que intenta consolidar el Gobierno.

Para los salteños y en general para las provincias del norte, donde el impacto de la inflación suele sentirse con mayor fuerza debido a la distancia con los grandes centros de distribución y los costos logísticos, el dato genera una mezcla de alivio y expectativa. Aunque la desaceleración en los precios es visible en algunos productos, la situación real de los bolsillos todavía está lejos de mejorar de forma sostenida.

Desde la Casa Rosada, Milei no escatimó elogios para su ministro. “Muchas gracias por ser el mejor ministro de Economía de la historia por lejos”, escribió en su cuenta de X, destacando el 1,5% de inflación núcleo —el indicador que excluye precios estacionales y regulados— como un verdadero logro técnico. En paralelo, aprovechó para ironizar sobre el escenario dejado por el anterior Gobierno: “Mucho efecto estacional... Y el resto, el pase de factura de la resaca K”, publicó, en tono provocador.

Luis Caputo, por su parte, subrayó que julio fue el tercer mes consecutivo con inflación por debajo del 2%, algo que no ocurría desde noviembre de 2017. A esto se suma una inflación núcleo que no bajaba tanto desde enero de 2018, según detalló. Para el ministro, estos indicadores marcan una tendencia clara de desaceleración que busca sostenerse en el tiempo.

Además, destacó que la inflación acumulada en los primeros siete meses del año fue del 17,3%, la más baja para ese período desde 2020, y que la variación interanual del IPC Nacional se ubicó en el 36,6%, la menor desde diciembre de 2020. También remarcó que la inflación de los alimentos —uno de los rubros más sensibles para los hogares salteños— muestra una baja considerable.

El oficialismo salió en bloque a celebrar el dato. Desde voceros del Gobierno hasta diputados afines, como Fernando Iglesias y Sebastián Pareja, las redes se inundaron de mensajes en tono triunfalista. El subsecretario de Prensa, Javier Lanari, ironizó sobre los pronósticos de la oposición respecto a una posible suba inflacionaria tras el salto del dólar, que finalmente no se concretó. “Volvieron a pifiarle”, afirmó.

La pregunta clave que empieza a rondar ahora es si esta tendencia a la baja se va a sostener y, sobre todo, si va a trasladarse a una mejora palpable en la economía cotidiana de los argentinos, en especial en provincias como Salta, donde los niveles de pobreza e informalidad laboral siguen siendo altos. Si bien los datos macroeconómicos son alentadores, en los barrios populares, en los mercados y en los negocios del centro, la percepción todavía es de cautela.

En Salta, el mes de julio mostró una leve estabilización en algunos productos de consumo masivo, principalmente alimentos secos, lácteos y limpieza. Sin embargo, sectores como el transporte, los servicios regulados y algunos insumos médicos siguen registrando aumentos por encima del promedio nacional. En ese contexto, la inflación núcleo, que refleja con más precisión el comportamiento sostenido de los precios, se transforma en una herramienta clave para medir el impacto real en la región.

Los economistas locales consultados en privado coinciden en que, si bien la desaceleración es significativa, todavía queda un largo camino por recorrer para hablar de estabilidad. Aseguran que factores como la estacionalidad, la regulación de tarifas y la evolución del tipo de cambio podrían generar nuevos sobresaltos hacia fin de año.

Otro aspecto que genera incertidumbre es el nivel de consumo. La baja en la inflación no necesariamente se traduce en una reactivación del mercado interno, que sigue golpeado por la pérdida del poder adquisitivo y la caída de las ventas en todos los rubros. Comerciantes del centro de Salta advierten que la gente sigue comprando lo justo y necesario, priorizando productos de primera necesidad y marcas más económicas.

Desde el Gobierno nacional, sin embargo, el mensaje es claro: se está transitando una etapa de ordenamiento que permitirá una recuperación más sólida y duradera. En palabras de Caputo, la prioridad es mantener la estabilidad monetaria y evitar cualquier tentación de emitir para financiar el gasto, lo que en el pasado generó escenarios inflacionarios descontrolados.

Mientras tanto, en las redes sociales, Milei sigue capitalizando políticamente cada cifra positiva. Sus seguidores no tardaron en replicar los mensajes y viralizar gráficos que muestran la curva descendente de la inflación. Para el presidente, este logro no es solo técnico: es simbólico. Representa, según su visión, el fin de un modelo de derroche estatal y de manipulación del mercado.

En el norte del país, la expectativa es que este proceso se traduzca pronto en mejoras concretas. Para los salteños, más allá de los porcentajes, la verdadera evaluación se hace en la góndola, en la farmacia y en la boleta de la luz. Por ahora, la inflación afloja, pero la vida sigue siendo cuesta arriba para muchas familias.


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