La bronca de varios gobernadores del país empezó a tomar fuerza y forma concreta. La razón: la ausencia total de inversión nacional en rutas clave que atraviesan sus provincias, muchas de ellas en condiciones críticas. En el centro del reclamo están mandatarios como Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Gustavo Sáenz (Salta), quienes acusan al Ejecutivo nacional de desentenderse de su responsabilidad con las obras de infraestructura vial.
“Las rutas no son de las provincias, son de la Nación, pero igual las estamos manteniendo nosotros”, disparó Pullaro esta semana, dejando en claro su fastidio. El gobernador santafesino fue un paso más allá: ordenó colocar carteles de advertencia en varios tramos de rutas nacionales que atraviesan su territorio. Los carteles, con fondo rojo y letras blancas, señalan: “Aquí empieza la ruta nacional mantenida por el Estado Nacional”.
La medida apunta a que los ciudadanos puedan diferenciar claramente entre las rutas que mantiene la provincia y aquellas que deberían estar a cargo del Gobierno nacional. “Las rutas nacionales están hechas pedazos. Lo que se ve es abandono, desidia, y los muertos en el asfalto no son una estadística, son víctimas de esa falta de políticas públicas”, agregó Pullaro.
Carteles, muertos y amenaza de ir a la Corte
En Santa Fe, la decisión de señalizar rutas nacionales como la A012, la 33 y la 9 busca visibilizar lo que el gobernador denomina “falta de mirada federal”. Según su gobierno, más de 60 personas murieron en accidentes durante este año en esos tramos, como consecuencia directa de su deterioro.
Pullaro no solo denunció el estado de las rutas, sino que también reclamó que la Nación no pone un peso pero sí cobra impuestos que pagan los mismos transportistas que terminan destrozando el pavimento. Ante la inacción, advirtió que podría recurrir a la Corte Suprema para que Santa Fe asuma la administración de las rutas nacionales.
Además, aseguró que su provincia ya viene aportando materiales como asfalto y recursos propios para bachear los caminos, aunque la responsabilidad formal no le corresponde.
Sáenz y el drama de la Ruta 34
En el norte del país, el gobernador salteño Gustavo Sáenz también encendió las alarmas. En declaraciones a La Nación+, apuntó de forma directa al Gobierno nacional: “La falta de recursos compromete seriamente el mantenimiento de las rutas nacionales en nuestra provincia”.
El foco de la crítica es la Ruta Nacional 34, en el tramo que une Metán con Rosario de la Frontera, una vía estratégica para el tránsito regional y el comercio entre Salta, Tucumán y Santiago del Estero. En julio de 2024, Sáenz ya había dicho con crudeza: “Cobran peaje para que la gente se mate”. Un año después, nada cambió.
Este corredor, por el que circulan a diario camiones de carga, vehículos particulares y transporte público, presenta baches profundos, señalización deficiente y banquinas en estado crítico. La situación genera demoras constantes, accidentes y riesgo para miles de usuarios.
Desde Casa de Gobierno, aseguran que se viene reclamando en todos los niveles, sin obtener respuesta. Por eso, Sáenz convocó a otros mandatarios a sumarse a un diálogo genuino para revisar el esquema de distribución de fondos: “El federalismo no puede ser solo discursivo. O llega a las provincias, o no es”.