Refinería de Campo Durán cerrará en forma definitiva sus plantas de destilación atmosférica de petróleo (topping), destilación al vacío, hidrotratamiento y reformado catalítico de naftas (reforming).
Lo que a comienzos de semana distintas fuentes consultadas por este diario daban como una firme versión, terminó de confirmarse en las últimas. El miércoles, a través de un comunicado dirigido al sector gremial con el membrete de Refinor, se informó a trabajadores del gas y el petróleo de la región que "la compañía ha resuelto discontinuar las operaciones de refinación en el Complejo Campo Durán. Esta decisión se toma con responsabilidad, teniendo en cuenta el sostenido declive de la Cuenca NOA y su impacto en la disponibilidad de petróleo crudo".
Ayer desde la empresa reafirmaron la autenticidad de aquel comunicado, desprovisto de firmas, y la decisión que marcaría el fin de un ciclo de más de medio siglo durante el cual el complejo de Campo Durán (Aguaray) fue la base medular de la industria del gas y el petróleo del norte argentino. Desde 2008, cuando los gigantes del gas del departamento San Martín empezaron a caer en picada, no solo por la madurez de yacimientos como Ramos, Aguaragüe y Acambuco, sino por políticas energéticas atadas a intervenciones de precios, una creciente dependencia importadora y el concomitante desplazamiento de inversiones petroleras hacia la cuenca de Tarija (Bolivia), distintas gestiones del gobierno nacional se mostraron indolentes frente al progresivo hundimiento productivo de Salta y la Cuenca Noroeste. Salvo esporádicos e infructuoso reclamos, poco se hizo desde la Provincia frente a la noche que se veía venir, desde hace 17 años, con la producción gasífera de Salta cayendo desde 20 millones de metros cúbicos diarios a apenas 3 millones, y la petrolera derrumbándose a la par. Hoy, la actividad hidrocarburífera agoniza en la Cuenca Noroeste y la Refinería del Norte, nudo neurálgico de su industria, anticipa con el cierre de sus refinos el réquiem.
"Esta situación se esperaba dentro de unos 10 años , aproximadamente, pero las políticas nacionales y provinciales agudizaron la crisis", sostuvo el secretario general del Sindicato del Gas y el Petróleo de Salta y Jujuy, a su regreso desde Córdoba, donde las entidades agrupadas en la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles se declararon en estado de alerta y movilización. El sector gremial anticipó su rechazo a cualquier otra reducción en la planta de personal de Refinor (el programa de retiros voluntarios que abrió la empresa en marzo último cerró con un centenar de bajas), exigió a los gobiernos nacional y provincial "medidas urgentes para revertir la decisión de la empresa" y no descartó una medida de fuerza nacional en las tres ramas de la actividad representadas en la Federación argentina.
Ayer, una fuente directiva de refinor citada EconoJournal, agencia de noticias del sector energético, aclaró ó en torno de la decisión que acaba de oficializar la empresa: "La falta de disponibilidad de crudo en los yacimientos del norte tornó desde hace tiempo en antieconómica la actividad de refinación. Lo que estamos haciendo es reorganizar el modelo de negocios de Refinor, priorizando los negocios de gas natural que habilita la reversión del Gasoducto Norte y garantizando el suministro de combustibles a nuestra red de clientes".
Concretamente, el plan de YPF e Hidrocarburos del Norte, empresas que están asociadas en Refinor desde octubre de 2022 con el 50% de acciones en cada caso, apunta a utilizar la infraestructura que incluye a los ductos revertidos para traer gas de Vaca Muerta y productos procesados en la Refinería de Luján de Cuyo (Mendoza) como un centro de distribución de combustibles para el NOA y países vecinos del Cono Sur.
Derrumbe de puestos laborales
En la última sesión de la Cámara alta, el senador del departamento San Martín, Manuel Pailler, advirtió que el cierre de plantas anunciado por Refinor podría derrumbar 500 puestos directos e indirectos. El legislador afirmó que, además de perder su fuente de sustento, "500 familias se quedarían sin obra social, aportes jubilatorios y aportes sociales, por lo que hay "preocupación en los empleados y en la población" del norte salteño. "Les pedimos a legisladores nacionales y al Ejecutivo provincial que realicen los reclamos correspondientes sobre la situación", acotó.